viernes, 22 de febrero de 2019

Películas rigurosamente editadas a mano


Volver sobre la narrativa de Víctor Bustamante es ahondar en unos imaginarios que se ratifican por medio de una mirada intensa que devela las pasiones más arraigadas del autor: el cine, la ciudad de Medellín, las mujeres jóvenes y cierto tono de reverencia patrimonial por un lugar que añora pero que ya no es.

Los cuentos de Películas rigurosamente editadas a mano fluctúan entre el anhelo y la frustración, entre la certeza de una realidad sombría y la confirmación de que la apariencia ha conquistado con sutileza los nuevos cuerpos, los nuevos discursos y ha unificado las percepciones en torno al fracaso.

Hay sin duda una escenografía que habla a cada paso, que ha ayudado a narrar al mismo autor en sus búsquedas y en sus devaneos, y que le ha permitido construir una subjetividad urbana, desde el asfalto, las plazas y las aceras.

Sé que suena como una paradoja, pero no será romántico abjurar de lo material para encerrarse en algún lugar oscuro y lejano tras un pretendido universalismo. Además, dónde mirar en algún cine las muchachas tan esquivas o algún libro detrás de la vidriera que provoque una lectura. La ciudad de por sí adquiere ese carácter mediador, está presente en ti, a ella te acomodas…   

Esa ciudad devora y al mismo tiempo salva. Es escudo y peligro. Habla a través de los bellos cuerpos y calla como en una fotografía del tedio. Sin embargo a esa ciudad se debe el autor, pues solo en ella puede vivir sus sueños en celuloide.

En la obra de Bustamante hay un deseo que habita en la imagen y su esperanza de movimiento, el cine ha devenido la patria anhelada y el narrador construye personajes identitarios (a veces fotógrafo, otras director o guionista) que documentan una vida y nos la entrega sin esquivar la soledad del transeúnte que continúa en la búsqueda del mejor encuadre.

Al final de esta narrativa que no le teme a desmitificar figuras icónicas como García Márquez o Jorge Isaacs, nos queda la certeza de que aunque el autor quiera vivir en medio de rollos y pantallas, su mejor herramienta es la palabra; no en vano cierra su libro con esta contundente sentencia: “Sólo cuando las palabras atraviesan la piel son obras verdaderas”.

Películas rigurosamente editadas a mano 
Autor: Víctor Bustamante, Barbosa, Antioquia, 1954
Editorial Babel
Medellín, Septiembre 2018
185 páginas

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