martes, 16 de mayo de 2023

Platanales, libro de Santiago López Triana

 


Solo en la luz del fuego

 

Quizás porque todas necesitamos arder junto a ese anhelo y levedad de la ceniza o tal vez porque el cuerpo no termina en la carne, ni existe gracias a la exhibición de sus mutilaciones, las víctimas que ahora somos multiplicidad, ya no cabemos en el flujo sinuoso de las pantallas, ni en el requiebre de una voz que atesora discursos y se doblega ante las dádivas tan austeras como cómplices del silencio que más se aproxima a la nada lapidaria, a la quietud que impone el amo que escribe y borra.

Quizás, digo, pero no callo, cuando desde el frente, Platanales llama a un nuevo trato con la herida:

no qué necesitamos para morir

en nuestras muertas   

              sino qué necesitan ellas

              para vivir con nosotras

 

Las historias le pertenecen a nuestros cuerpos rotos, y aunque apilados bajo una composición banal y perversa, la singularidad no deja de nombrar su propia muerte, que es también la certeza de lo que fue su vida inflamada, pues en tanto la memoria no claudique, podemos recomponer las huellas aunque haya que hacerlo sobre las cenizas. Es en la luz del fuego, en la posibilidad de arder, donde el cuerpo se reintegra a una memoria activa:

no es carencia la distancia

sino articulación del deseo en lo posible

 

El cuerpo de la palabra en Platanales no es metáfora, es una imagen material que se metamorfosea en el andar, que se expone en un decir zigzagueante y opta por una sintaxis entrecortada, próxima al ahogo final de las masacradas, a una forma en la fatiga. Decir es una posibilidad de reencuentro con las muertas, de aunarse a sus ritmos para mostrarles a los asesinos que su acto no pudo acabarlas del todo, que la metamorfosis sabe esquivar los silencios de ese sacrosanto Platanal que nunca quisieron entronizar:

el platanal

espejismo suerte u omisión

de los vencidos

Así como de la piedra hemos aprendido la desnudez, de las muertas aprendemos a no victimizar, a no repetir la cantinela de la conmiseración para auparnos en el circunloquio de los vencedores. La piedra lacera tanto como esculpe y su corazón está pleno de movimiento, de vida nueva, de dignidad en la muerte y más allá.      


A continuación comparto unos poemas del libro Platanales.


no qué necesitamos para morir

en nuestras muertas   

              sino qué necesitan ellas

              para vivir con nosotras

 

hartas de arrastrarse por los fondos de la historia

y de mantenerse con las migajas del perdón

la buena voluntad y la distancia

no es que quieran venganza    – precisamente –  

pues nada piden

apenas están allí

– aquí – en la memoria

bajo la tierra siempre desconocida

y abierta para nosotras

acaso nos recuerdan

que no vale la pena

abrirnos camino hacia la fosa

ni permitir

que nos empujen a ella

 

no sólo luchamos por nuestras muertas

muertas y amadas están allí

quietitas

nosotras

levantadas     vivas

entre los fogonazos

las tormentas

 

 

 

ahí

y entonces

sólo pellejo anclado a las voraces

inmediaciones de la muerte

precisión del vértigo y mandato

de todo cuanto ha de vivir

y arrastrarse sobre la tierra reseca    la luz

 

en la supervivencia de la sombra

dos absolutos

 

 

 

la claridad contrasta

  con las formas que tiene de mentirse el día

  sólo lo mantiene unido cierta ficción

  y asiste al siempre inaugural desmembramiento

                                               de este orden de signos

 

cancerosas formas nuevas

aguarda en ellas otro

atardecer feroz     otras

tantas nubes iluminadas

en rosa desde el fondo

la ciudad    impávida

 

 

 

 

si sólo la repetición hace voraz al sueño

que crece en la espera

y sólo la espera produce la acumulación del mismo

siempre tentando su posibilidad en la vigilia

dónde dormiremos nuestra intemperie

el dolor    la rabia con que juntas

recostamos nuestras queridas muertas

 

cómo dormir con ellas    levantarnos

sin parecernos demasiado

a lo que ahora son    muertitas


Santiago López Triana es un poeta colombiano que ha realizado traducción literaria, carpintería y edición. Es creador de la editorial Pie de monte, encabalgada entre la poesía y la difusión de ideas anarquistas. Ha publicado Platanales (2023), Tendón (2019), El día entero (2017) y Hálito y rumbo (2013)

4 comentarios:

  1. Después de leer el prologo de Omar Ardilla, conocer los poemas de López Triana se convierte en una necesidad imperiosa!

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  2. Necesito leer.necesito escribir.Gracias.Omar Ardila.me tuviste que buscar en el sueño en l el delgado y lúcido momento donde se puede encontrar sin necesidad del cuerpo.

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  3. 7 de agosto a través del mundo onírico.el poeta me invitó a crecer a buscar a pensar y empezar a vaciar las experiencias de un yo soy que aún no se atreve a escribir ✏️.Omar mi más sentida admiración,un honor haber estudiado en la academia con usted.

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    1. Muchas gracias por su generoso comentario. Un gusto saludarlo. Buen camino.

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