jueves, 12 de julio de 2018

A propósito de la Literatura queer


Quiero compartir algunas notas del conversatorio que sostuvimos con el escritor Jaime Manrique Ardila, el pasado 8 de julio en el marco del programa de la Gerencia de Literatura, "Bogotá contada". 
Estas son apenas unas ideas que podrían servir de esquema para desarrollar unas reflexiones más elaboradas. 
Al final hay una cartografía de obras y autores colombianos que los invito a revisar a la luz de la literatura queer.   

-¿Qué entendemos por literatura queer?

-No es un campo homogéneo.
-Podría entenderse como una propuesta de interpretación y de representación de la literatura que permite la posibilidad de desafiar el sistema patriarcal, logocéntrico y heterosexista.
-La literatura queer es un ejercicio de escritura y lectura, de interpretación y apropiación, de resistencia y empoderamiento.
-Intenta construir un nuevo corpus en el que quepan la pluralidad de cánones y se propongan otras lógicas de comprensión, producción y reproducción de sujetos, por medio de nuevos lenguajes, apertura hacia otros saberes y establecimiento de nuevas relaciones de poder.
-Los mundos y los sujetos sobre los que reflexiona la literatura queer no corresponden a maneras universales sino particulares, en las que confluyen múltiples líneas para definir nuevas subjetividades de acuerdo a las condiciones concretas de vida.
-Pueden ser creaciones fronterizas que retan los lugares de estudio, los paradigmas estéticos y las lógicas del pensamiento.
-Puede ser una búsqueda de ruptura con lo heteronormativo o de lucha por la inclusión dentro de la “normalidad” social.


-Algunos antecedentes investigativos y teóricos sobre la materia

-Estudios de referencia como los de Sylvia Molloy, David William Foster, Daniel Balderston y Óscar Montero, Beatriz Preciado.
-El discurso de lo sexual dentro de la literatura es una temática que toma fuerza conforme se crean obras literarias dirigidas o encaminadas hacia una escritura queer, o bien, hacia una visión homosexual. En ellas, lo primero que las identifica es que crean el “espectáculo de la sospecha” como dice Balderston.
-Un punto de partida puede ser el realizar una lectura de los elementos queer que hay en el interior de los textos, como trasgresores, lúdicos y eróticos.
-Afirma el escritor mexicano Sergio Téllez-Pon que la tendencia homosexual está presente, pero a mí me gusta más la tendencia queer, porque ahí no importa si la ruta es heterosexual, homosexual, trasvesti, trasgénero o lo que sea. A mí me gusta crear una obra literaria que trasgreda y que vaya más allá de esos límites de la sexualidad normativa”.
-Autores de referencia en la construcción de personajes en tránsito, sin identidades definidas, como Perlongher, Puig, Antonio Silva, Pedro Lemebel, Francisco Casas, Jaime Manrique Ardila.
-Cómo algunas compilaciones terminan haciéndole el juego a la homofobia. Caso de la Antología de literatura gay en República Dominicana (Mélida García, 2004) y El teatro homosexual en México (Tomás Urtusástegui, 2002) en tanto reconstruyen historias de personajes “desviados”, marginales, peligrosos, que no responden a la representación hegemónica de lo idéntico que espera copias, y por tanto, lo que se salga de ahí se reconoce como diferente pero por fuera del canon.
-Otras publicaciones se enfocan en autores que están vinculados por su condición de género. -Otras se concentran en las diversas expresiones del Deseo.

-¿Es la literatura queer algo creado como categoría por los analistas o hay una literatura queer realizada conscientemente para reafirmar las diferencias?

-La manera como se interpreta, a partir de la hermeneútica del deseo, parte de la obra poética por ejemplo, el caso de Virgilio Piñera sobre Emilio Ballagas (texto de 1955). Esto en oposición a cierta escritura velada como la de Villaurrutia.
-Autores que construyen su obra como oposición a la reproducción de instituciones que se perpetúan a sí mismas e imponen valoraciones que refuerzan la superioridad de clase, cultura, género y nacionalidad.
-Autores ubicados al margen, creadores de de literaturas fronterizas, su poder provocador reside más en los campos políticos y sexual.
-Como afirma David Foster refiriéndose a Manrique “la construcción no sólo de una tradición latina gay, sino una tradición de héroes culturales, gays fuertes y ejemplares”


-La literatura queer en Colombia. Primeras expresiones (poéticas-narrativas), obras representativas, estudios sobre literatura queer.

-El cuento “El hombre que parecía un caballo” (1914) del guatemalteco Rafael Arévalo Martínez, en el que su personaje “señor de Aretal”, se inspira en Barba Jacob, por ese entonces conocido como Ricardo Arenales, y tiene gran importancia porque allí irrumpe el sujeto homosexual como parte de la literatura, aunque de una manera velada.
-De ahí en adelante, la obra del mismo Barba Jacob.
-Bernardo Arias Trujillo
-Luego hay referencias a escenas homoeróticas y aparecen personajes secundarios en algunas narrativas (especialmente, cuentos), pero es en El Divino de Gardeazábal, donde el personaje tiene más presencia.
-Marvel Moreno (en la mayoría de sus cuentos está presente la sexualidad no normativa)
-Albalucía Ángel (Misiá señora) descripciones poéticas de los encuentros lésbicos, más que en los encuentros heteros.
-Félix Ángel (Te quiero mucho poquito nada)
-Raúl Gómez Jattin,
-Harold Alvarado Tenorio,
-Jaime Manrique Ardila,
-Fernando Molano
-Fernando Vallejo
-Libros: Otros cuerpos, otras sexualidades (Instituto pensar, 2006)

-La actualidad de la literatura queer en Colombia, su recepción, difusión, edición.

-La obra de Rubén Vélez
-Alonso Sánchez Baute (Al diablo la maldita primavera)
-César Alzate (Mártires del deseo)
-Giuseppe Caputo (Un mundo huérfano)
-Manuel Valdivieso (Los hombres no van juntos a cine)
-John Better (Locas de felicidad)
-Ana María Reyes (Entre el cielo y el infierno – Historias de gays y lesbianas)
-Hernán Vargascarreño (Tempus)
-Gonzalo García Valdivieso (Tres hombres: Dos padres y un hijo)
-Escovar y Cermeño (The Lola’s Vergas Big band)
-Nana Romero (Juanantonio)