La ansiedad por el encerramiento en el primer año de
la Peste – versión siglo XXI –, no solo me trajo desolación, impotencia y aislamiento;
también me llevó a una situación límite de repensar el lenguaje, de volver
sobre los trazos con intención poética y establecer una nueva relación afectiva
con ellos. De esa porfía nació la idea de armar una obra conjunta, con cuatro
libros precedentes (Alas del viaje en un instante, Corazón de Otoño, Espejos de
niebla, Luces sobre las piedras) y uno que luchaba por asomar la cabeza en
medio del naufragio. Gracias a la complicidad de Santiago López y su editorial
Pie de Monte, hemos logrado que este nuevo proyecto haya tomado cuerpo bajo el título
de Estela de Sombra, el que estaba destinado para el libro inédito. Así que
ahora podemos tener una versión completa de los poemas que hasta ahora he publicado,
los cuales corresponden al lapso de 2005 a 2020.
La impresión del libro se realizó en el Taller
G.U.R.R.E, con el apoyo en la composición e impresión tipográfica de LA FULMINE
y contó con la edición de Camilo Rico y Santiago López T.
A continuación comparto unos poemas:
De Alas del viaje en un
instante (2005)
XVII
Aun, como
ausencia,
la oscuridad
acompaña
el vuelo
inicial del colibrí
Aun, como
presencia,
la luz dibuja
los caminos del
abismo
La libertad,
sin puerto y
sin refugio,
esquiva la ausencia y la presencia
y se entrega en la boca del poema.
De Corazón de Otoño (2010)
El lugar de la
soledad
*
Vino la luna
a conocer mi
huerto
lleno de nada.
*
Música roja
en la casa del
agua.
Vertieron mi
sangre.
*
Brumosa tarde
construyendo
caminos.
Viajero sin
luz.
*
Silencio
pertinaz
exhibiendo las
corazas.
Vienen horas
aciagas.
*
Cuerpos
fatigados por la soledad
devoran el aire
de los tiempos
muertos.
*
Viajan las
nubes
en los
orificios de mi pupila.
Fugaz sueño.
*
Alondra sin
nido,
extravió el
número de su calle.
Vida de nadie.
*
Cuerpos
cansados
de soslayar la
luz
ahora ascienden
junto al sol.
*
Recuerda noche
la vigilia de
la orquídea
y su frágil
aroma.
*
Muere el aire
apagando
palabras.
Hombre sin
sombra.
*
Viento del Sur
aroma de
naranjo.
Fugaz ritmo
ancestral.
*
El silencio
ese caudal de
gritos
que me acecha.
*
Todas las
noches
alguien suelta
los sueños
en mi parcela
vacía.
*
Busco vestigios
de invierno
serpenteando
tus labios.
*
En la noche
calmada
me despierta el
murmullo
de una gota de
agua
*
Miro las
sombras
esquivando la
noche.
Pierdo el
rumbo.
De Espejos de niebla (2013)
Sociedad mediática
Despojada la
sonrisa y el abrazo.
Vertido el
cuerpo en la oquedad de una pantalla.
La vida como
una transparencia de la nada,
como un vicio
de sí mismo que se exhibe
y que es
narrado por heraldos de la muerte.
Dicen que todo
pasa.
Aunque ya nada
es cierto en este tiempo de los corderos camuflados.
De Luces sobre las piedras (2016)
Simulaciones
Los espejos han
perdido el rastro del paraíso;
en su última
imagen solo quedan los cuerpos caídos
y un poco del
albor que sus palabras anunciaban
desde la
silenciosa trinchera.
Los espejos
vaciaron las miradas,
socavaron los
gestos
y ahogaron las
rosas que sostenían el poema.
Los espejos
simulación de
la muerte,
escritura del
olvido.
De Estela de sombra (2020)
Como Dios, el Hombre también ha muerto
Es la tristeza
un llamado de la luz
que aguarda la
corrida del velo.
Es el velo la
seguridad del misterio
que ronda los
cuerpos amantes de la sombra.
Es la sombra
una esperanza,
un ritual de
cada mañana
cuando los
pasos se hermanan con el polvo.
Es en el polvo
donde anidan efímeros conceptos:
el Hombre
y su
deshilvanada Imagen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario